sábado, 24 de septiembre de 2011

La ignorancia como arma

Cuantas veces como padres tendemos a hacer competir a nuestros hijos para que demuestren que son los mejores en ciertos aspectos. Quien no ha escuchado alguna platica con frases como

-"pues mi hijo ya se sabe la tabla del 3"

-"ah si, pues el mio se sabe hasta la del 5, verdad hijo, a ver disela hijo"

Y cosas asi por el estilo, sin saber que debemos empezar por reconocer que TODOS LOS NIÑOS SON DIFERENTES y que no por el hecho de que vayan en el mismo grado escolar o tengan la misma edad, deben de poseer los mismos conocimientos, tanto en niños "normales" y cuantimas en los que poseen algun tipo de discapacidad, ya sea fisica o intelectual.

¿Que por que escribo esto? por que dentro del ambito familiar, es tendencia el comparar a los niños, tanto entre los propios como con los de otra familias, sobre todo tratandose de mi hija. Comentarios como

-"¿conoces a fulanito, el niño que tambien esta enfermito? pues el ya sabe las vocales"
o:
-"a poco todavia no aprende a leer bie tu niña?"
o bien:
-"menganito, el que iba con tu niña a la escuela, él SI entro a la escuela regular"

MAL, MAL, MAL!!!

Fulanito es fulanito y Joana es mi hija. Si bien ambos tiene problemas psicomotores, NO SON IDENTICOS, y esta conducta solo tiene un origen: AUN NO PUEDEN ACEPTAR QUE LA NIÑA ES UNA PERSONA CON CAPACIDADES DIFERENTES. Asi de facil, y aunque no necesito que lo acepten, dado que mi esposa, mi hijo y yo lo hemos hecho desde hace mucho tiempo, ese tipo de comentarios a veces tienden a lastimar. Que lástima...en mi propia familia.


viernes, 27 de mayo de 2011

Mea culpa, mea massima culpa.

Cuando eres niño (si, yo también lo fui), muy pocas veces te pones a pensar en el daño que tus acciones pueden hacer a los demás. A mi casi nunca me dijeron que no debía hablar mal de las personas, sin importar el motivo (aspecto físico, carácter, vestimenta, etc, etc, etc.), simplemente se limitaban a decirme " si vas a hablar de la gente, nada mas no la señales con la mano", y esto me dio motivos para hablar y criticar a mas de uno de mis compañeros, especialmente en secundaria. Había entonces un par de compañeros que, viéndolo ahora desde otra perspectiva, tenían algún grado de daño neurológico, especialmente en el habla y el cognitivo, por lo cual eran blanco de la burla y discriminación de muchos, incluido yo...

Ahora que sé lo que es estar en sus zapatos, que miro a veces como mi hija es objeto de burlas y discriminación (cosa que ya no nos afecta ni a mi ni a ella), sé que hice mal, y que aunque ya no he vuelto a saber de ellos, desde aquí, les ofrezco una sincera disculpa y un gran reconocimiento.
Mauro, Daniel, lo siento.